Hasta hace pocos años, en el área de la Fisioterapia de suelo pélvico, la atención se circunscribía principalmente a mujeres que acudían a consulta para mejorar su preparación al parto, optimizar su recuperación postparto o aliviar sus síntomas de incontinencia urinaria de esfuerzo. En los últimos años, la población general, y no solo de mujeres, sino también niños y hombres, está intentando buscar solución a patologías para las que hasta hace poco tiempo no se consultaba debido, en numerosas ocasiones, bien a la normalización de ciertos síntomas, que popularmente se consideraban asociados a factores como la edad o bien por falta de conocimiento de la existencia de soluciones terapéuticas a los mismos. Se trata en muchos casos de patologías en las que el sistema nervioso autónomo es, o bien el gran protagonista o por lo menos un actor coral de la función; siendo, además, patologías a las que, desde la Fisioterapia, antes teníamos dificultades para obtener resultados óptimos desde el punto de vista de la función y su recuperación.
La vejiga hiperactiva (OAB) es un síntoma frecuente tanto en hombres como en mujeres que produce una enorme incapacidad para la vida diaria. La prevalencia de la OAB en mayores de 18 años es del 12 al 17%, similar en hombres y mujeres, datos similares tanto a los de EEUU como a los del estudio EPICC realizado en 5 países europeos. En España la prevalencia en la población general mayor de 40 años es del 21,5% (algo más elevada en mujeres que en hombres) de los cuales sólo un 28,4% han sido diagnosticados y sólo el 16,7% está recibiendo tratamiento.
En cuanto a la Disfunción eréctil (definida en la Conferencia de consenso sobre la impotencia del Nacional Institute of Health, como la incapacidad permanente para iniciar o mantener una erección suficiente como para permitir una relación sexual satisfactoria) la prevalencia es muy variable dependiendo de la definición utilizada y del diseño del estudio, siendo entre el 10 y el 52%, en hombres entre 40 y 70 años, con una incidencia en occidente de 25-30 nuevos casos por 1000 habitantes y año. Mediante la neuromodulación se abre un abanico de posibilidades a todos esos pacientes que les permitirá mejorar su salud sexual y sus relaciones de pareja.
Tanto si hablamos de problemas vesicales, dolores crónicos e incluso disfunciones sexuales, debemos tener presenta la implicación del Sistema Nervioso Autónomo en el tratamiento de los pacientes.